La gestión hídrica es un tema acuciante en la Ciudad de México (CDMX) debido a la pérdida de las zonas de la cuenca que filtran y recargan agua y a la incapacidad histórica para su administración y almacenamiento. El riesgo ante fenómenos hidrológicos extremos y el crecimiento desorganizado y acelerado de la zona metropolitana (ZMVM) impulsaron la creación de la Agencia de Resiliencia y con ella un nuevo paradigma de gestión hídrica. A partir de su análisis, lxs autorxs proponen tres dimensiones a atender: las escalas espaciales y temporales en la toma de decisiones, el uso de suelo en la zona conurbada y la intervención de la inversión privada en la estrategia de resiliencia hídrica en la ciudad.
En el presente texto la autora, en conjunto con el grupo Arte+Ciencia de la unam, nos conducen en un recorrido por la Cantera oriente de Santo Domingo, dentro de la Ciudad de México. La Cantera es tomada como pretexto para reflexionar en torno a los modos en que la naturaleza resiste y tensa las formas voraces de lo urbano. Los cruces de los ecosistemas y las dinámicas urbanas hacen que Cantera oriente sea un hoyo, pero también un territorio en movimiento y un espacio activo donde se encuentran, habitan y resisten lógicas vitales entretejidas en el espacio.
Hay al menos tres temas que recorren las vidas política, social y cultural de la extensión total de México: el territorio, la violencia y la identidad. Los límites que ubican a México en el mapa geográfico han definido históricamente los valores de identidad vinculados a la idea de Estado-nación, al tiempo que han detonado las formas más variadas de la violencia. A partir de la perspectiva de la autora, se describe y analiza el trabajo de Edgar Aragón como una cartografía estética y del conflicto territorial, esto a partir de la inversión de los mapas convencionales y, por consiguiente, ello nos conduce a hacer un viraje al paisaje y a la historia de México.
El siguiente texto expone una reflexión sobre el derecho a la ciudad fundamentado a partir del derecho al acceso a la vivienda. La tesis que sostiene el autor es que las crisis inmobiliarias merman el derecho a tener ciudad, lo que resulta en una configuración urbana que reserva el goce de lo urbano para solo unos cuantos. La tensión se da entre aquellos que son dueños de los inmuebles y otros que, sin gozar de la ciudad, la construyen y la mantienen. El autor retoma ideas críticas de Henri Lefebvre sobre la producción del espacio y el derecho a la ciudad. Con base en estas ideas es que se intenta una crítica actual y anticipada sobre el problema del despojo, el desalojo y el desahucio, y sus repercusiones en la alteración urbana de las ciudades.
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